Esta noche quiero arder
Si
pico a tu casa no preguntes qué hago aquí, ábreme y déjame pasar,
esta noche quiero arder.
Llévame
a tu cuarto, a cualquier rincón donde solo estemos tu y yo. Déjame
desnudarte poco a poco, esta noche quiero arder pero a fuego lento.
Empecemos por la camiseta. Tss, estate quieto que ahora mando yo, en
breve seré toda tuya. Acompasamos nuestras respiraciones, cada vez
más aceleradas. Tus manos por todo mi cuerpo me hacen perder el
control. Bésame. No me muerdas, ahí no, aún no. Esta noche quiero
arder contigo. Arráncame la ropa, la temperatura está subiendo. El
calor te invade. Quiero que me hagas transpirar. Juega conmigo. Abres
mis piernas, entrelazando tus muslos. Siento el calor de tus dedos
dentro de mi. Te diviertes dándome el placer que buscaba. Me besas,
me acaricias, me muerdes entera. Ardemos lentamente y al fin entre
gemidos soy tuya y tu mio. Poco a poco, rápido, cambiando el ritmo
en cada mordisco en tu oreja, haciéndome llegar a límites
indescriptibles. No quiero que termine la noche, no quiero dejar de
sentirte en mi. Y llego al clímax mientras dejo la marca de mis uñas
en tu espalda. Medio desvanecida me abrazas y me quedo dormida en tu
pecho. Piel con piel descansamos hasta reponernos. Aún queda noche
por delante.
Cierto
es que la realidad supera la ficción, tan cierto como que es una
lástima que no sepa tu dirección.
Comentarios
Publicar un comentario